
Si hay un tema que genera controversia es el de la movilidad sostenible, fruto principalmente de la falta de conocimiento del mismo, y la afición a verter opiniones y juicios sin tener conocimientos de lo que se habla. Es por ello que con este artículo pretendemos dar un poco de luz al asunto, con información veraz.
Hay toda una serie de mitos sobre la movilidad sostenible y los vehículos eléctricos, fundados en la desinformación que desgranaremos uno por uno:
MITO 1: LA ESCASA AUTONOMÍA DE LOS VEHÍCULOS, la falsa creencia de “me voy a quedar tirado”
REALIDAD: Circula la creencia de que los coches eléctricos tienen una escasa autonomía, y que en cualquier momento te puedes quedar sin batería. Si bien es cierto que los primeros coches eléctricos tenían una autonomía reducida, hoy en día con la evolución de la tecnología de los últimos años los coches de gama media alcanzan autonomías entre los 250 y 350km, y los de gama alta pueden superar incluso los 500km. Esto de debe a la continua evolución tecnología que experimenta el sector de las baterías.
MITO 2: LA INFRAESTRUCTURA DE RECARGA NO ESTÁ PREPARADA PARA UN DESPLIEGUE GENERAL DE MOVILIDAD ELÉCTRICA Y NO SE PUEDEN HACER VIAJES LARGOS.
REALIDAD: Este es otro de las falsas creencias, con las autonomías que presentan los coches eléctricos actualmente, y la posibilidad de recarga rápida, se posible realizar cualquier tipo de viaje por largo que sea, ya que además en España contamos con más de 38000 puntos de recarga y es sencillo consultar su ubicación. Si bien es cierto, la distribución entre zonas urbanas y rurales hace que la disponibilidad de esta infraestructura sea muy desigual, y la potencia de los mismos es diferente índole, y no todos son de alta potencia (cuanto mayor sea la potencia del punto de recarga, más rápida será la misma). Además, esta cifra va en aumento año a año. Lo único necesario es realizar una mínima planificación del viaje, algo a lo que no estamos acostumbrados los usuarios de vehículos tradicionales. Además, la legislación europea a través del Reglamento Europeo de Infraestructuras de Recarga de Combustibles Alternativos (AFIR), establece una serie de objetivos nacionales mínimos obligados para 2030:
- Disposición de un punto de recarga rápida de al menos 150kw, como mínimo cada 60 km de la red de carreteras europeas, apto para turismos y furgonetas
- Disposición de un punto de recarga rápida de al menos 350kw, como mínimo cada 60 km de la red de carreteras europeas, apto para vehículos pesados
- Disposición de un punto de recarga rápida de al menos 150kw cada 100km en el resto de vías transeuropeas RTE-T
Esta normativa impulsará al completo desarrollo de la infraestructura de recarga de vehículo eléctrico, vertebrando el territorio.
MITO 3: EL IMPACTO AMBIENTAL DEL VEHÍCULO ELÉCTRICO ES SIMILAR O MAYOR QUE EL DE COMBUSTIÓN.
REALIDAD: El impacto medioambiental del vehículo eléctrico es mucho menor que el que provoca el de combustión, teniendo en cuenta las emisiones durante su ciclo de vida completo, su huella de carbono en la producción, y el reciclaje de sus componentes, así como el uso de recursos naturales necesario. Su huella de carbono no es neutra, pero si menor que la del vehículo tradicional.
Los motores de combustión interna gasolina y diésel son los mayores contribuyentes de gases de efecto invernadero, dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas finas. A ello hay que sumar la contaminación que se genera en el proceso de extracción del petróleo y su posterior refinado, además de la degradación que provocan en los ecosistemas, esto convierte a los combustibles fósiles en una fuente de contaminación que va más allá de las emisiones directas de los vehículos. Para hacer una comparativa global con el coche eléctrico es necesario evaluar su impacto en todas las etapas de ciclo de vida. Durante su funcionamiento los vehículos eléctricos no emiten ni dióxido de carbono, ni óxidos de nitrógeno, ni partículas, por lo que no genera ningún tipo de emisiones, pero es necesario valorar el origen de la electricidad de la que se alimentan sus baterías, que puede proceder de diferentes fuentes, por tanto, su impacto medioambiental depende del mix eléctrico, y por tanto del país en el que nos encontremos, en cualquier caso paulatinamente se avanza en la reducción de fuentes contaminantes en el mix.
Por otro lado, es necesario tener en cuenta el impacto ambiental que causa la fabricación de los propios vehículos, similar en ambos casos, pero superior en el caso de las baterías de los vehículos eléctricos, que generan una huella de carbono significativa, ya que emplean minerales, cuya extracción genera gran impacto y la fabricación de las baterías es intensiva en energía.
MITO 4: SE TARDA MUCHO EN RECARGAR EL VEHICULO
REALIDAD: La recarga de un vehículo eléctrico puede ser muy rápida, gracias a la carga rápida y ultrarrápida, y a las cada vez mayores autonomías de los modelos.
El tiempo de recarga de un vehículo eléctrico depende de varios factores y los principales son la capacidad de la batería y la potencia del cargador. Cuanto mayor sea la capacidad de la batería mas tiempo tarda esta en cargarse por completo a cambio de proporcionar una mayor autonomía. Por su parte, la potencia suministrada depende del tipo de cargador empleado, dando lugar a distintos tipos de carga, a mayor potencia del cargador, menor tiempo de espera en la recarga.
- Carga superlenta: emplea un cargador portátil que no supera los 3.7kw-16A, que se coloca entre el vehículo y un conector schuko (el que se emplea habitualmente para los electrodomésticos). Con el tardaría unas 8h en cargar
- Carga lenta: emplea un cargador monofásico con una potencia de 7.4kw-32A, son los habituales en las viviendas, y el tiempo de recarga es de aproximadamente unas 4h
- Carga semirápida, son los habituales en parkings, supermercados y oficinas, son trifásicos, con un rango de potencia entre los 11kw-32A, y los 22kw-32A, con un tiempo de recarga entre 3h y 1.5h
- Carga rápida, es el tipo de recarga que nos encontramos en las estaciones de servicio, son de corriente continua, y pueden alcanzar los 50kw, dando como resultado una carga entre 30-40 minutos.
- Carga ultrarápida, se encuentran en estaciones de servicio, pueden llegar hasta los 350kw de potencia, y requieren una corriente de al menos 375A. Son capaces de recargar un vehículo en menos de 20 minutos.
Hay que tener en cuenta que no todos los vehículos son compatibles con todos los tipos de carga, en función del tipo de conector, los más extendidos además de los de uso doméstico (Schuko) son:
- Conector tipo Menneke, para carga lenta o semi rápida
- Conector tipo Combo 2, para cargas rápidas o ultra rápidas
MITO 5: LOS VEHICULOS ELECTRICOS TIENEN COSTES SUPERIORES DE MANTENIMIENTO
REALIDAD: Los costes de mantenimiento son más bajos que los de los vehículos de combustión.
Los vehículos eléctricos son mecánicamente más sencillos que los de combustión, presentan menor numero de componentes, y por tanto presentan menor desgaste. No cuentan con transmisión manual ni correa de distribución, por lo que no serán necesarias tantas visitas al taller con el fin de sustituir estos elementos, de igual modo no hay que realizar cambios de aceite, y las pastillas de freno presentan menor desgaste, ya que cuentan con frenada regenerativa.
MITO 6: LAS BATERIAS DE LOS COCHES ELECTRICOS EXPLOTAN Y ARDEN FACILMENTE
REALIDAD: La tasa de incendio de las baterías de los distintos tipos de coches eléctricos es equivalente o inferior a la de los vehículos de combustión. En todos los países con estadísticas a este respecto se constata el mismo resultado, siempre son cifras menores las de los incendios en vehículos eléctricos.
La explosión de la batería de un vehículo eléctrico es el resultado de un control ineficiente de la temperatura de esta por parte del sistema de gestión térmica.
Hay que tener también en cuenta que los incendios en vehículos eléctricos si son más completo y difíciles de apagar, ya que alcanzan temperaturas más elevadas, fruto de los compuestos químicos de las baterías, y de igual modo pueden reiniciarse con cierta facilidad.
MITO 7: SU CONSUMO ES MÁS CARO QUE EL DE UN VEHICULO DE COMBUSTION
REALIDAD: El consumo energético y su coste asociado en los vehículos eléctricos es mucho menor que en el caso de los de combustión.
El coste del consumo de un vehículo ya sea eléctrico o de gasolina, varía según donde se circule y en que condiciones se haga, depende de varios factores, el tipo de conducción, si los trayectos son cortos o largos, si son urbanos o no. Los motores de combustión son más eficientes en velocidades moderadamente altas y de forma constante, por lo tanto, su consumo se eleva si se circula en ciudad o autopista a velocidades elevadas. Por el contrario, los motores eléctricos son más eficientes a velocidades reducidas como cuando se circula en ciudad y trayectos cortos, que representan la mayoría de los trayectos del día a día.
Es imposible establecer cifras concretas comparativas, ya que tal y como se ha dicho hay multitud de factores a considerar, pero en cualquier caso, siempre son mayores los costes en el caso de los motores de combustión.
MITO 8: LAS BATERIAS NO SE PUEDEN RECICLAR
REALIDAD: Si se pueden reciclar y reutilizar.
Los materiales que componen las baterías de los vehículos eléctricos sí se pueden reciclar. Sin embargo, su desarrollo, los costes económicos, la peligrosidad del proceso, entre otras cuestiones, hace indeterminados los porcentajes de reciclaje actuales ni los propios procesos, así como la rentabilidad de los mismos. Se encuentra, en términos generales, en un estadio inicial de implantación industrial.
Este es un campo que se encuentra en desarrollo y que tiene una gran importancia, porque representa el mayor impacto medioambiental de esta tecnología.
La Unión Europea regula tanto las baterías y sus residuos, así como su ciclo de vida, su reutilización y reciclaje. Establece un objetivo de recogida de residuos de baterías de medios de transporte ligero de un 51% a finales de 2028, teniendo que alcanzar un 61% a finales de 2031. También fija una recuperación de litio del 50% para finales del 2027 y del 80% para finales del 2031. Así mismo, establece unas cifras de porcentaje de contenido reciclado en las baterías.
Por tanto, el reciclaje, aunque se encuentra en desarrollo no solo es viable, sino que esta incentivado y establecido por la normativa
MITO 9: CON EL FRIO LOS VEHICULOS ELECTRICOS NO FUNCIONAN
REALIDAD: El clima afecta al rendimiento de los vehículos tanto eléctricos como de combustión. La influencia del clima sobre la autonomía es limitada, aunque si presentan una mayor pérdida de carga y un mayor tiempo de carga. No obstante, cabe señalar que Noruega, cuyas temperaturas son muy frías es el país de la Unión Europea con mayor parque de vehículos eléctricos. Por ello, el frio simplemente reduce ligeramente el rendimiento del vehículo.
MITO 10: ESCASA VIDA ÚTIL DE LA BATERÍA
REALIDAD: La necesidad de sustituir la batería del coche a lo o largo de la vida del mismo, hasta hace poco representaba un gran coste, ya que estas suponen entre un 20%o un 30% del coste total del mismo, pero en este ámbito la reciente evolución tecnológica ha supuesto una gran evolución y en la actualidad las baterías tienen la misma vida útil que el vehículo, por lo que el coste de reemplazo de la batería es un problema al que no hay que hacer frente.
MITO 11: HIPOTÉTICO COLAPSO DE LAS REDES ELÉCTRICAS
REALIDAD: Otro de los grandes mitos que circulan sobre la movilidad eléctrica es el hipotético colapso de la red eléctrica en el momento en que el parque automovilístico sea mayoritariamente eléctrico. Es por ello que asociaciones de suministradores de energía de varios países afirman que están perfectamente preparados para hacer frente a esta demanda futura
MITO 11: EL SEGURO ES MÁS CARO
REALIDAD: Puede que hace años esta afirmación haya sido cierta, pero ante el crecimiento del parque automovilístico eléctrico las compañías han ido descendiendo paulatinamente sus precios y en la actualidad son similares a los de un coche de combustión.
MITO 11: NO SON TAN VELOCES NI POTENTES
REALIDAD: Un vehículo eléctrico puede alcanzar una velocidad igual a un coche de combustión, y además presentan una aceleración y par motor instantáneo superior a ellos.
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